No hay manera. La cosa es ponerselo fácil al contrario. Y es que esta tarde el Ferre juvenil ha tirado por tierra el tranajo realizado la primera parte. Tan sólo ponerse el esferico en juego tras el descanso, y en un error de la zaga azulgran, llegaría el 0-1 que ponía las cosas cuesta arriba para los de Joan Meliá.

Tampoco es que hubieran hecho malabarismos, pero sí un partido serio y que alimentaba esperanzas en su confrontación ante el Contancia. El mazazo llegó en la jugada mentada y cuando el equipo parecía ir en pos del empate llegó la justa y autoexpusión del jugador vistante Pere Mérida, a 10 del final, por tocar el balón con la mano, a sabiendas que ya tenía una amarilla. Sin embargo, produjo un efecto totalmente al contrario y el conjunto de Inca, en un contragolpe anotaría el segundo y definitivo 0-2.